domingo, 11 de noviembre de 2012

Tri tagoj en Kalio

[Fragmento de mi diario, desde el viernes 2 de noviembre de 2012 hasta el mediodía del lunes 6 de noviembre. Solo el primer día fue escrito en español; lo demás fue escrito en esperanto y aquí presento su traducción (por eso hay partes que suenan poco naturales); la versión original puede encontrarse en mi blog en esperanto.com. El título de esta entrada traduce “Tres días en Cali”.]

Camino al Congreso. Bogotá-Cali, V 2 2012.

En 1887, un médico polaco amante de las lenguas publicó un texto titulado La Unua Libro (que en español significa lo evidente: “el primer libro”). Describía con detalle la gramática y presentaba gran parte del vocabulario de una lengua cuya construcción por fin había terminado, después de años de trabajo y versiones previas. Llamaba a la lengua Lingvo Internacia (“lengua internacional”) y la diseño con la intención de que se convirtiera en la lengua común del planeta Tierra y con suficiente apoyo de amigos y autoridades para iniciar su proyecto. Tradujo la Biblia (qué mejor manera de dar forma a un idioma que imitar a Martín Lutero), tradujo proverbios, inventó otros, hizo poesía e hizo propaganda. El libro fue publicado bajo el pseudónimo que le dio nombre definitivo a la lengua: Doktoro Esperanto.

Guardo con cariño mi primer semestre de universidad, el primer semestre de 2008, por muchas cosas, como Poesía en el Afán, un grupo de lectura que iniciamos René (el de la iniciativa, un amigo que conocí en la Personería y que reapareció hace poco), David Sánchez (que fue convocado por René para el cometido) y yo, y al que se unieron más tarde Hanna, Daniel, Santiago, Baltasar y más personas; nos reuníamos unas dos o tres veces al mes a leer poesía; después contaré la historia, que ahora viene otra cosa. […] Conseguí muy buenos y nuevos amigos, comencé la carrera; fue un cambio de vida muy agradable.

Ese semestre también aprendí esperanto. Lo había visto y hasta explorado un poco gracias a la lista de idiomas de Wikipedia. Un día resolvía una sopa de letras sobre lenguas del mundo, apareció el esperanto y me dio por averiguar. Cuatro días después lo hablaba con fluidez respetable. Ahora soy un experto, traductor de poesía y reconocido entre la comunidad hablante de esperanto del país. Mi blog tiene un artículo con toda mi historia inicial al respecto. Este año, del 3 al 5 de noviembre, se llevó a cabo el XVIII Congreso Colombiano de Esperanto (18-a Kolombia Kongreso de Esperanto) en Cali, capital del Valle del Cauca.

Había hablado con Lina y estaba decidido que dormiría en su casa. Mi teléfono estaba muerto; Laurita me iba a prestar el suyo, pero recordó que lo necesitaba; en fin, viajé incomunicado y sin reloj. El viaje en bus —porque no reaccioné a tiempo para comprar pasajes de avión baratos— dura normalmente nueve horas. Tomé TransMilenio hasta la Terminal de Transportes del Sur, donde conseguí por cuarenta mil pesos (quince mil pesos menos de lo que tenía presupuestado) un pasaje para salir a las doce y media.

[…] Me bajé en Armenia, a las ocho y media de la noche, a llamar a Lina; le comenté de mi posición y le dije que si llegaba muy tarde no la haría arriesgarse y me quedaría en un hotel, solo esa noche. […].

A las cero horas veinte minutos del 3 de noviembre vi la hora en un teléfono de la Terminal de Transportes de Cali, que usé sin éxito para llamar a Lina. Un taxista me llevó a un hotel cercano y barato en el que me dieron una habitación con lo necesario: una cama y un baño con ducha y con agua. Incluso, había un televisor. Dos dibujos de mujeres desnudas, uno en el baño y otro en la cabecera de la cama, hacían evidente que antes fue un motel. Pasé canales un poco antes de dormir; el canal número tres presentaba Tom & Jerry, y el canal número dos era el famoso Venus. No me gusta el porno, lo detesto; me quedé viendo Tom & Jerry. El cine erótico, sin embargo, me gusta mucho. La cuestión es que el porno no tiene una sola pizca de trabajo artístico, no hay línea narrativa, no hay estudio fotográfico, y no hay pasión ni afecto; es solo gente tirando como le salga. Alguna vez leí que ver una película pornográfica al revés es lo mismo que verla al derecho; y no precisamente porque sea todo un canon de Bach. No es como una escena de pasión y tomas sensuales lograda bajo un arco argumental, por malo que sea.

Por razones obvias, los tres días siguientes serán consignados en esperanto.

* * *

Caminata por media Cali. Cali, S 3 2012.

Con mi teléfono completamente muerto, no llevaba reloj, así que decidí levantarme en cuanto viera luz entrando por la ventanita de la habitación. Así fue; me levanté, me bañé y me vestí; cuando entregué las llaves de la habitación, la encargada me respondió que eran las seis y media de la mañana; más temprano de lo que pensé; demasiado temprano. Mi hipotiroidismo me obligó a buscar agua para tomarme mi medicamento y a esperar al menos media hora antes de desayunar. […] Como no tenía la dirección del lugar del congreso, busqué de inmediato un puesto de internet. […] El sitio no estaba cerca de mi posición, pero decidí esto: aún tenía una hora antes de que comenzara el evento (a las diez de la mañana), así que no tomaría un vehículo, sino que caminaría hacia allá y, cuando llegara la hora, tomaría un taxi, ya más barato desde más cerca. […].

Caminé por la venida del río hasta que vi un parque bonito; en ese sitio la nomenclatura me confundió, pero al fin tomé la dirección correcta. Le pregunté a un policía por dónde podía llegar a mi destino; siempre pasa igual: le pides indicaciones a un policía y es el compañero el que sabe y responde. Yo estaba en la punta de la Avenida Quinta, importante en Cali, y siguiéndola estaría cada vez más cerca. Permanecí buscando relojes en las paredes de las tiendas, sin éxito.

En todas las ciudades colombianas, las direcciones están organizadas con un sistema cartesiano: la fundación de la ciudad genera dos grupos de calles paraleas, las que van de sur a norte y las que van de oriente a occidente. A unas se les llama “calles” y a las otras, “carreras”. En Cali, las calles (por lo general) van de sur a norte (a diferencia de Bogotá, por ejemplo). La Avenida Quinta es una calle. Recordaba mal la dirección del colegio: era en la carrera 37A con calle 8, pero en mi mente aparecía 31 con 8A, así que caminé por la 32 hacia el oriente; gracias a eso conocí por fuera el estadio municipal Pascual Guerrero. La hora, que por fin logré ver, era 9:42. Pronto dudé de mi certeza respecto de la dirección, y tras revisar retomé el camino correcto. A las diez de la mañana casi exactamente (de hecho, unos cuantos minutos antes) alcancé mi destino, gratis, habiendo caminado (solo exagero un poco) la mitad de la ciudad. Es una ciudad muy bonita, con muchas zonas verdes, buenas calles, un clima muy agradable (a veces muy caliente, pero hoy no). A esa hora, un sábado en la mañana, había pocas personas y carros en las calles.

Estaban colgando el pendón del congreso cuando pregunté si era allí; y allí era. Saludé a los gemelos Iván y Juan, que tendrán importancia en esta historia y ya la tienen en el movimiento esperantista. Cantamos el himno nacional y el himno del esperanto. Presentaron un documental corto sobre el esperanto hecho por un estadounidense. Hay algo que siempre pasa cuando se trata de esperanto: se habla sobre todo de la lengua misma, como veréis que sucederá durante este congreso. Por fortuna, hubo varios encuentros externos para hablar de nuestras vidas.

Durante el primer día de congreso se habló de los exámenes del cuadro de referencia europeo para las lenguas, que fueron presentados por seis personas en Cali este año; tal vez yo lo presente el próximo año. Se hizo una presentación sobre las clases de esperanto en un colegio de Cali. Un asistente de Bogotá habló de sus viajes y recibimientos en casa debidos al esperanto. Libardo Mejía, anciano y eminente esperantista, leyó una traducción preciosa del poema If… (Se…, se titula la traducción) de Rudyard Kipling.

Acepté la oferta de Luis Felipe de quedarme en su casa; él vive con su novia Mayra cerca del lugar del congreso. Tras dejar mis maletas en su casa, fuimos a comer y conversar con los demás asistentes. Llamé a Lina, y quedamos en que dormiría en su casa mañana; a Alejandra, para habar con ella antes de que viajara a México y desearle éxitos allá, y a mi mamá (que también viajó este fin de semana) para informarle de mi bienestar, éxito y diversión. Luego Luis Felipe, Mayra y yo fuimos a un bar grande y bonito en Paso Ancho, en la carrera 66, y allí tomamos cerveza negra y hablamos de nuestras vidas (ya en español); sonaba rock, y los muros estaban llenos de imágenes roqueras, bicicletas y motocicletas de verdad.

* * *

Monoides y paseos. Cali, D 4 2012.

Cuando Iván publicó el programa del congreso, había dos espacios libres para pedir ponencia; pedí uno entusiasmado, aún sin decidir sobre qué expondría. Tenía algunas opciones: leer poesía, mostrar mi traducción al español del primer capítulo de La Infana Raso, y otras ideas a medio armar. Alejandra me propuso que reseñara un libro; me pareció una excelente idea y pensé en The Left Hand of Darkness. Mi propuesta principal era presentar algunos aspectos de la gramática del esperanto por medio de la teoría de categorías, una importante y novísima rama de la matemática. Pero, pensé luego de un tiempo, eso sería presentar algo conocido por medio de algo desconocido, ¡y eso no tiene sentido! La forma natural es la contraria: presentar algo desconocido por medio de algo conocido. Así que invertí el enfoque de mi primera propuesta, y vi que estaba bien. Y fue la tarde  y la mañana el segundo día.

De hecho, sí. La primera ponencia del segundo día era la mía, Luego de alguna demora finalmente comenzamos. Lo que hice específicamente fue presentar la fonética del esperanto como un isomorfismo perfecto de monoides; con ejemplos y palabras más sencillas, hice esto: sea el conjunto de todas las letras del esperanto, y el conjunto de todos los fonemas del esperanto; * y * son, respectivamente, los monoides libres no abelianos generados por y , o sea, el conjunto de todas las sucesiones finitas (palabras) formadas por elementos de cada uno de ellos. Sea f la función que transforma cada letra en su respectivo fonema; f es biyectiva y respeta la concatenación de palabras, luego es un isomorfismo entre dos monoides. Luis Jorge Santos, con seguridad el esperantista de Colombia, habló de otros fenómenos fonéticos luego de mi ponencia.

Ya dije que supe del esperanto gracias a Wikipedia. Bueno, eso es porque la versión de Wikipedia en esperanto es grande y buena. La siguiente ponencia, de Iván, habló de Wikipedia en general, y de la versión en esperanto en particular.

Llegó la Tarde Artística (Arta Vespero). Por lo general, “tarde artística” en los congresos significa que no hay nada oficialmente programado, pero varias personas tienen algo listo, que puede ser una canción, un poema, una obra teatral u otra cosa. Esta vez la tarde artística estaba organizada en el programa: Primero, Luis Jorge habló sobre la diferencia entre arte y ciencia; dijo que, mientras el arte se trata de disciplina y repetición (así que el deporte es arte y en su mayor parte el aprendizaje de lenguas también), la ciencia se tarta de analizar (así que el aprendizaje de lenguas también es en parte una ciencia); dio un consejo para aprender lenguas: memorice frases. Yo memorizo poemas, y vaya que funciona. Segundo, hubo un agradable espectáculo de magia.

Tercero, hubo un concurso de traducción de poemas. Mercedes Mejía, una de las asistentes, también es poeta; el concurso consistía en traducir uno de los poemas de su autoría que se nos ofrecían, todos en español. Me parecieron lindos, aunque siempre prefiero la poesía con rima y métrica. Elegí un poema titulado Ganas de vivir, e intenté que la versión en esperanto rimara. Los jurados nos pidieron a dos participantes, Antonio Trujillo y yo, que declamáramos nuestras respectivas versiones para decidir al ganador definitivo. Fui yo, y recibimos como premio sendos libros de Mercedes, lindísimos.

Yo había anunciado que tenía una sorpresa para todos: decidí no hacer de mi traducción de La Infana Raso mi ponencia porque esa es cosa de tarde artística. Así que les presenté La raza infantil, el primer capítulo. Dijeron entonces que mi victoria en el concurso era trampa, que yo era un profesional. Luis Jorge, que fue amigo de William Auld, el autor del poema original, me dijo que hice lo que hicieron los traductores de Cien años de soledad: mejorar la obra. Yo no lo creo así. Tengo varias razones para haber decidido aprender esperanto, pero si me piden que diga una sola de ellas, declamo este fragmento del poema:

Ho, kara mia,
jen povra testamento,
jen mia kredo,
espero kaj tormento:
mi kredas pri la
bonvolo de l’ homaro,
ke iam pasos
kruelo kaj amaro,
ke iam venos
la regno de l’ racio;
sed multaj larmoj
necesos antaŭ tio.

Luego digo: «Una lengua capaz de crear poesía como esta merece sin duda ser aprendida.» Ahora, solo he traducido el primer capítulo, y este fragmento pertenece al vigésimo quinto. Ya le tengo uno que otro borrador, pero nada definitivo.

El plan de la noche era recorrer el barrio histórico San Antonio, donde viven los gemelos. Allí vimos la pequeña iglesia de San Antonio, y vimos la ciudad desde lo alto. Nos recostamos sobre el césped a hablar de todo. (Llamé a Lina persistentemente, pero nunca me respondió.) Cuando solo los jóvenes quedamos, Iván dijo que tenía una baraja de póquer incompleta en casa; y yo conozco un juego para beber que se puede jugar con una baraja incompleta, ¿no? El juego de la vida y la muerte. Así que compramos dos botellas de aguardiente que duraron —y embriagaron— hasta las dos de la madrugada.

* * *

Cali-Bogotá, L 5 2012.

[…]

María, la novela que hizo famoso a Jorge Isaacs, está siendo traducida al esperanto por Andrés Turrisi; Juan y Mercedes presentaron el décimo quinto capítulo: por párrafos, ella leía la versión original en español, y luego él leía la traducción. Luis Jorge habló sobre la belleza del aparato fonador humano; ya hace tres años escuché esa conferencia, bella y entusiasta. Luis Felipe y Mayra tienen un perro, Sparkie, y le enseñan a seguir instrucciones en esperanto; Luis Felipe, causando sorpresa y gozo, hizo la demostración. El mismo mostró el borrador de un programa de computador que está haciendo, que produce crucigramas. Con el almuerzo en grupo acabó mi aventura de esta ocasión en el mundo del esperanto.