martes, 9 de junio de 2009

Me escudo en mi inutilidad

¿Para qué sirve saberse todas las capitales del mundo? La respuesta me la dio Milan Kundera en La lentitud. Para no quedar en ridículo. Parte de la historia se desarrolla en medio de una convención de entomólogos, y en un momento dado uno de los asistentes comenta la ponencia de un científico checo con lo siguiente (recorté un poco el texto para mostrar sólo lo que enuncio; traducción del francés por Beatriz de Moura):

—Me ha conmovido mucho su… testimonio. Tendemos a olvidar demasiado de prisa. Me afectó mucho lo que ocurría en su país. Usted es el orgullo de Europa.

El científico checo hace un vago gesto de protesta para dar cuenta de su modestia.

—No, no proteste —siguió Berck—, insisto en decírselo. Además –añade para dar a sus palabras un toque de familiaridad–, Budapest es una magnífica ciudad, viva y, permítame recalcarlo, del todo europea.

—Querrá usted decir Praga –dice tímidamente el científico checo…

¿Para qué sirve saberse los nombres de todas las estrellas que se ven desde la Tierra? Para conquistar en una noche con frases cursis como: «Mira, ésa es Regulus, la estrella alfa de Leo… Y esa otra es Rubkat, la estrella alfa de Sagitario. Tú eres Leo, yo Sagitario, y ambas estrellas comienzan con r, como el color rojo del corazón, como tu nombre, Raimunda, y como el mío...» He de hacer unas salvedades:

1. Soy libra, y no existe otra estrella alfa de constelación del zodiaco que comience por z.

2. Ojalá no se den las condiciones del ejemplo: haciendo repaso de nombres femeninos comenzados por r encontré cosas como Rubiela, Remedios, Rebeca,… Lo único bonito que encontré fue Rosa y Rocío. Pero me pareció más jocoso usar el abrupto Raimunda.

Bueno, y al fin y al cabo, esas dos cosas sirven para acumular dinero en programas de concurso. En cambio, ¿para qué carajo sirve saber de armería? No tengo idea, pero me fascina, y voy a mostraros un poco para que compartáis mi inutilidad. Con “armería” me refiero al conjunto de elementos que componen un escudo de armas, como los que usa cada país, o los que usaban los nobles, y que aún usan las familias que se creen de importancia; eso, y sus significados. Sólo que a mí poco me importa la parte de los significados, a mí me basta con los nombres y tendrá que bastaros eso también pues es todo lo que mostraré; el interesado en superficialidades semióticas (y viva la semiótica, pero en esto queda mal) puede bien averiguar por su cuenta. Utilicé la palabra “armería” porque puede resultar más familiar, pero es más común utilizar las palabras “heráldica” o “blasón” para referirse a esta… a esta sarta de nombres y figuras que algunos llaman disciplina y otros osan nominar arte.

Creo que ya me he llevado bastante en la introducción, así que presentaré unos cuantos datos iniciales y la promesa de la continuación de esta entrada, pero no creo que sea enseguida, que me gusta variar. Para comenzar, he de anunciar que estos conocimientos los tengo gracias a un librillo que descubrí en mi casa hace ya varios años llamado Banderas y escudos del mundo, editado por Editorial América S. A. en 1986 (sí, ya es viejito, aparecen Yugoslavia, dos Alemanias, y hasta la Unión Soviética). Es un librillo pequeño, organizado por países, y con la terminología correcta para estas cosas, por lo que existe, desde luego, un buen apartado inicial sobre este asunto. La autoría está distribuida entre dos Consejos, Editorial y Ejecutivo, de los cuales sólo presentaré las principales figuras por cuestiones de pereza: directora del Consejo Editorial: Doctora María Eloísa Álvarez del Real; presidente del Consejo Ejecutivo: Armando de Armas (padres bélicos).

Y ahora, las partes del escudo, que quedarán mejor ilustradas con una imagen y algunos comentarios puestos sobre ella:

Escudo

Timbre es el conjunto de adornos que brindan “grados de nobleza” al escudo.
La diferencia entre soportes y tenantes ha de quedar clara: éstos son seres humanos o humanoides (sirenas, ángeles, sátiros,…) y aquéllos son generalmente animales, o cualquier otra cosa que no caiga dentro de la categoría anterior.
La cinta de Colombia tiene un lema al revés, según mi opinión personal: debería decir “Orden y Libertad”, y no al contrario.
Esa cosita que casi no se distingue, el burelete, es una especie de corona como la de espinas de Jesús pero tiene pinta de estar hecha de tela fina, y suele llevar líneas diagonales que separan dos o más colores.
En muchos casos, los lambrequines consisten en plantas que se despliegan hacia los lados del escudo. Un recurso muy bonito, me parece a mí.
Ahora me pregunto por qué me gustaba tanto el escudo completo de Bélgica, con ese manto tan ostentoso; eso sí, tiene una frase sencilla y bonita en la cinta: “L’union fait la force”, que comparte con la cinta del escudo de Haití, bastante bello. Y con la de Bulgaria, pero en este libro no alcanza a aparecer ese escudo.

Para terminar por ahora, el campo del escudo (también llamado “escudo” a secas), tiene distintas formas, que son estas bellezas, sacadas de Wikipedia porque esta información desafortunadamente no está en el librillo:

Campos

1. Francés antiguo. 2. Francés moderno. 3. De damas. 4. De damiselas. 5. Estandarte. 6. Italiano. 7. Suizo. 8. Inglés. 9. Alemán. 10. Polaco. 11. Español.

El español también es el de Portugal y el de los flamencos. Personalmente prefiero el modelo suizo (y no porque sea el del escudo de Colombia que yo de nacionalista tengo lo que el campo alemán de simétrico: ni la punta, si os fijáis bien).

Salgo con tres promesas:

1. Este artículo será continuado.

2. Lo será con información exclusivamente extraída del libro Banderas y escudos del mundo, para que no suceda que publico en la red cosas tan públicas como lo conseguible en Wikipedia. (Os contaré por ejemplo qué pasaría si los presidentes se pusieran al revés sus bandas presidenciales.)

3. No será en la siguiente entrada, que estará dedicada a presentar el lugar en el que vivo. Cuando dije “un librillo que descubrí en mi casa”, no es porque haya rincones recónditos con libros curiosos (aunque sí que los hay), sino porque sucede con no escasa frecuencia que, caminando tranquilo verbigracia hacia el baño, me topo con un libro que jamás había visto, y que sin embargo siempre ha estado en su puesto.

2 comentarios:

  1. .....


    cuando sera terminado?

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  2. La segunda parte se llama 'Medio partido y cortado'. Está a dos entradas de distancia.

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